Las autoridades continúan investigando un grave accidente que se produjo el martes por la tarde en la Ruta 18 en dirección sur cerca de la salida de Tennent Road en Marlboro.
Según los informes, en el accidente se vieron implicados tres vehículos: una camioneta Jeep, una furgoneta Ford y un camión Isuzu. Dos ocupantes del Jeep -un niño de 13 años y un hombre de 74- resultaron gravemente heridos y fueron trasladados en helicóptero a un centro de traumatología cercano. Los conductores de la furgoneta y el camión resultaron ilesos. Los investigadores aún no han determinado cómo se produjo la colisión.
Cada vez que oigo hablar de accidentes que involucran vehículos comerciales como camiones de caja en escenarios de varios vehículos, pienso en las complejidades que a menudo rodean a estos casos. En mi experiencia, determinar exactamente cómo cada vehículo se unió en una carretera muy transitada es crucial, especialmente cuando hay lesiones graves.
¿Cómo se produjo la colisión entre el vehículo industrial y el resto del tráfico?
En esta fase, siguen pendientes las preguntas clave sobre cómo los vehículos entraron en conflicto en la Ruta 18. ¿Estaba un vehículo frenando o parado cuando otro no reaccionó a tiempo? ¿Contribuyeron a la cadena de acontecimientos los cambios de carril, las incorporaciones o los frenazos bruscos? Estas preguntas son fundamentales para saber si las acciones del camión tuvieron algo que ver en el accidente o si se vio implicado como parte de una reacción en cadena más amplia.
Los accidentes en los que se ven implicados vehículos comerciales en el tráfico por carretera suelen requerir un análisis minucioso de la forma en que cada conductor respondió a las situaciones en desarrollo. Habida cuenta de las graves lesiones registradas en este caso, es esencial que los investigadores reconstruyan cuidadosamente la secuencia de los hechos.
¿Podría haber contribuido la distracción o el cansancio?
Si bien los primeros resultados no apuntan a que el accidente se produjera por negligencia o imprudencia, los investigadores deben considerar también si la distracción o el cansancio influyeron en el desarrollo del accidente. Los conductores de camiones con caja suelen trabajar muchas horas y pueden sufrir fatiga, lo que puede ralentizar los tiempos de reacción en condiciones de tráfico rápidamente cambiantes.
Además, la distracción, ya sea de los dispositivos móviles, la electrónica en la cabina, o factores ambientales, puede conducir a un fracaso para darse cuenta de la desaceleración o vehículos detenidos por delante. Los investigadores deben revisar las horas de servicio del conductor comercial, los registros telefónicos y la actividad en la cabina para descartar o confirmar la distracción o la fatiga como factor contribuyente.
¿Qué pruebas pueden ayudar a establecer cómo ocurrió?
Para reconstruir la secuencia de los hechos, los investigadores deben examinar todas las pruebas físicas disponibles, incluidos los daños del vehículo, la localización de los restos y las marcas de derrape. Cualquier dato del módulo de control del motor (ECM) del camión podría ayudar a mostrar la velocidad y los esfuerzos de frenado antes del accidente. Además, las cámaras de vigilancia de la carretera, las cámaras de salpicadero y las declaraciones de los testigos pueden ofrecer información crítica sobre cómo se movía el tráfico antes de la colisión y si se tomaron medidas evasivas.
Por qué es vital una investigación exhaustiva de los accidentes en los que están implicados vehículos comerciales
Según mi experiencia, las colisiones en las que se ven implicados vehículos comerciales en situaciones con varios coches no suelen ser sencillas. Determinar cómo se desarrolló el accidente y si contribuyeron al mismo el manejo del vehículo comercial, distracciones o problemas mecánicos es esencial para dar respuestas a los afectados. Sólo a través de un examen cuidadoso de cada detalle pueden los investigadores entender lo que pasó y por qué.