Lectura: 2 minutos

Las autoridades del condado de Harris, Texas, informaron de que un trabajador de USPS de 58 años, identificado como Steven Marks, murió el sábado por la tarde tras ser atropellado por una camioneta que presuntamente circulaba a gran velocidad en Antoine Drive. Según las autoridades, el accidente se produjo cuando José Humberto Romero, de 48 años, que conducía una camioneta, golpeó la parte trasera de un vehículo postal que estaba detenido mientras entregaba el correo. Los investigadores dijeron que Romero supuestamente viajaba a alta velocidad cuando perdió el control. Al parecer, fue detenido en el lugar de los hechos y acusado de homicidio por intoxicación.

Los choques que involucran a conductores supuestamente intoxicados a menudo plantean preguntas críticas acerca de dónde el individuo obtuvo y consumió alcohol antes de conducir. Bajo la ley de Texas, si un bar o restaurante sirvió a una persona que estaba obviamente intoxicado, ese establecimiento podría compartir la responsabilidad legal por el daño que siguió.

Enfoque de los investigadores y próximos pasos

Las fuerzas del orden seguirán recopilando pruebas sobre el grado de embriaguez del conductor de la camioneta en el momento del accidente. Los resultados toxicológicos, las imágenes de vigilancia y las declaraciones de los testigos en ambos lugares del accidente serán clave para comprender cómo ocurrieron los hechos. Los investigadores también pueden revisar las transacciones financieras, recibos y registros digitales para determinar dónde consumió supuestamente alcohol el conductor antes del incidente.

Si las pruebas indican que estuvo bebiendo en un establecimiento con licencia antes de ponerse al volante, los investigadores tendrán que determinar si ese negocio infringió la ley al servir a alguien que estaba obviamente intoxicado hasta el punto de representar un peligro para sí mismo o para los demás.

Examen de un posible servicio excesivo por parte de un proveedor de alcohol

De acuerdo con la ley de Texas, los bares y restaurantes tienen la obligación legal de negar el servicio a los clientes que muestren claros signos de intoxicación. Indicadores tales como dificultad para hablar, dificultad para caminar o problemas de coordinación pueden hacer ilegal la continuación del servicio. Si los testigos o el vídeo muestran que el conductor del camión mostraba tales signos antes de que se le sirvieran más bebidas, ese negocio podría tener responsabilidad civil por el accidente mortal.

Es probable que los investigadores revisen los registros de ventas, las grabaciones de seguridad y las declaraciones de testigos para determinar si el establecimiento siguió sirviéndole cuando su estado de embriaguez debería haber sido evidente. Si se confirma el exceso de servicio, esas pruebas podrían respaldar una demanda civil por alcoholemia, además de la acción penal ya en curso.

Pruebas que pueden identificar la cadena completa de acontecimientos

Más allá del servicio de alcohol, pruebas como los datos del vehículo de la camioneta, los informes de reconstrucción de accidentes y los resultados de toxicología ayudarán a determinar la velocidad del conductor, el tiempo de reacción y la concentración de alcohol en sangre en el momento del accidente. Estos detalles no sólo informan a la causa penal, sino que también proporcionan el contexto para determinar si un tercero proveedor de alcohol contribuyó a su presunto deterioro.

Por qué son importantes las investigaciones en casos como éste

Cuando se sospecha que un accidente por conducir ebrio conduce a una muerte, es vital examinar todos los factores que contribuyen. Esto significa mirar no sólo la conducta del conductor, sino también cómo ese conductor se intoxicó en el primer lugar. Determinar si un establecimiento continuó sirviendo alcohol a alguien que estaba obviamente deteriorado ayuda a asegurar la plena responsabilidad bajo la ley de Texas y puede proporcionar respuestas claras a los afectados por este accidente.

Acerca de este blog

Examinamos los accidentes graves que aparecen en las noticias para ayudar al público a comprender cómo podrían haber sucedido, basándonos en lo que hemos aprendido a lo largo de 30 años litigando casos de accidentes.

¿Preguntas? 

Lláma cuando quieras: 

(855) 326-0000